Nukus
Nukus es la capital de la República Autónoma de Karakalpakstán, situada en el noroeste de Uzbekistán. Es un importante centro cultural, económico y administrativo de la región. Con una población de alrededor de 300.000 habitantes, Nukus es conocida por su mezcla única de culturas uzbeka y karakalpaka, que refleja la diversidad de su gente.
La ciudad está situada cerca del mar de Aral, que se ha reducido significativamente con el paso de los años, lo que ha provocado problemas medioambientales para la región. A pesar de ello, Nukus ha seguido siendo un centro de actividad, y la agricultura y el comercio siguen desempeñando un papel crucial en su economía.
Una de las atracciones más notables de la ciudad es el Museo Savitsky, que alberga una impresionante colección de arte vanguardista de la era soviética. Este museo es una de las colecciones de arte moderno ruso y de Asia Central más grandes e importantes del mundo. También cuenta con una amplia gama de artefactos y exposiciones relacionadas con la historia y la cultura del pueblo karakalpako.
Nukus también es conocida por su rica historia, con sitios arqueológicos como ciudades antiguas, tumbas y asentamientos cercanos, lo que refleja su importancia histórica en Asia Central. La ciudad ha desarrollado infraestructura y servicios modernos, pero aún conserva muchas costumbres tradicionales, lo que ofrece a los visitantes una visión fascinante de la vida en esta parte única de Uzbekistán.
Ya sea que esté interesado en la historia, el arte o en experimentar la cultura local, Nukus ofrece una experiencia de viaje distintiva que combina tradición y modernidad.


Ayaz Kala

Ayaz KalaAyaz Kala es una serie de ruinas de antiguas fortalezas ubicadas en el corazón del desierto de Kyzylkum, a unos 90 kilómetros al sureste de Nukus. Es uno de los sitios arqueológicos más famosos de la región, que data del siglo IV a. C. Ayaz Kala consta de tres fortalezas principales, conocidas como Ayaz Kala I, II y III, construidas sobre una serie de colinas naturales. Estas fortalezas probablemente fueron parte del antiguo reino de Khwarezmian y se utilizaron con fines militares, administrativos y religiosos. Las fortalezas están construidas con adobe, que ha resistido la prueba del tiempo, lo que permite a los visitantes explorar los restos de murallas defensivas, torres de vigilancia y viviendas. Desde la cima de las colinas, las vistas panorámicas del desierto y el área circundante son espectaculares, lo que se suma a la sensación de historia y misterio que rodea a este antiguo sitio. El nombre "Ayaz Kala" se traduce como "Fortaleza del Viento", que es una descripción adecuada, dada su ubicación en el desierto. Los arqueólogos creen que las fortalezas desempeñaron un papel en la defensa de la región contra las invasiones y probablemente también fueron centros de comercio y cultura.
Yurtas
Yurtas (Casas Pequeñas) en UzbekistánEn Uzbekistán, especialmente alrededor de Nukus y el desierto de Kyzlkum, las yurtas son viviendas portátiles tradicionales utilizadas por los pueblos nómadas durante siglos. Estas estructuras redondas, similares a tiendas de campaña, están hechas con un marco de madera y cubiertas con fieltro, ofreciendo protección tanto del calor como del frío. El diseño circular de la yurta representa la unidad y es ideal para el estilo de vida nómada.En Nukus y la región de Karakalpakstán, los pastores todavía utilizan las yurtas durante los meses de verano. También sirven como atracciones culturales para los turistas, ofreciendo una forma única de experimentar la herencia nómada de la región. En el interior, las yurtas suelen estar decoradas con alfombras y cojines vibrantes, lo que refleja la rica cultura local.Las yurtas no solo son prácticas, sino que también tienen un significado cultural, simbolizando la hospitalidad, la unidad y una profunda conexión con la naturaleza.

El mar de Aral: un ecosistema en desaparición

El mar de Aral fue una de las mayores masas de agua continentales del mundo, situada entre Uzbekistán y Kazajstán. Sin embargo, desde la década de 1960, el mar se ha reducido drásticamente debido a la desviación de los ríos para el riego, en particular para el cultivo de algodón. Como resultado, el mar de Aral ha perdido alrededor del 90% de su tamaño original, lo que ha provocado graves consecuencias ambientales y económicas para la región. El mar de Aral, que en su día fue un importante centro de la industria pesquera, ha sufrido la pérdida de comunidades locales, ya que la pérdida de agua ha provocado la desaparición de muchas especies de peces y el colapso de la industria pesquera. El lecho marino expuesto también ha creado tormentas de polvo, que transportan sales y productos químicos nocivos, lo que afecta a la calidad del aire y la salud pública. Hoy en día, el mar de Aral se utiliza a menudo como símbolo de la negligencia ambiental, aunque se están haciendo esfuerzos para restaurar partes de él, en particular en Kazajstán. A pesar de su tamaño cada vez menor, la historia del mar de Aral sigue siendo un importante recordatorio del delicado equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza.